ALOCUCIÓN DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA JACQUES CHIRAC EN OPORTUNIDAD DE LA CUMBRE EUROMEDITERRANEA
BARCELONA (ESPANA) - LUNES 28 DE NOVIEMBRE DE 2005.
Señor Primer Ministro, estimado Tony,Señor Presidente del Gobierno español, estimado José Luis,
Señoras y señores, estimados amigos,
En diez años, la Asociación Euromediterránea, único foro que reúne a todos los países ribereños, ha conquistado su legitimidad. Se ha creado un espacio común, con un fecundo intercambio humano, económico y cultural. Se desarrolla en él un diálogo acerca de la seguridad y la defensa. Se han concertado acuerdos de asociación que permiten iniciar una integración regional. Se han invertido considerables medios financieros.
Si el proceso de Barcelona ha ganado su legitimidad, es a raíz de su concepto específico : lazos de asociación basados en la igualdad y en un diálogo permanente ; un gran proyecto movilizador, que crea sinergias entre los aspectos políticos, económicos y culturales, al servicio de una dinámica de cooperación y reforma.
Hoy se imponen nuevas urgencias.
Ambas márgenes aspiran a una mayor seguridad, en particular cara al terrorismo. El código de conducta que vamos a adoptar confirma nuestro rechazo mancomunado de conductas de barbarie que desvirtúan las causas a cuyo servicio pretenden estar. Nos une la lucha antiterrorista, en un marco de respeto de los derechos humanos y del Estado de derecho ; dicho combate debe conducirnos a reforzar nuestros instrumentos de cooperación policial y judicial.
Ambas márgenes aspiran a un mayor crecimiento. La zona de libre comercio que preparamos es un proyecto ambicioso pero no bastará. Es preciso promover las inversiones, mejorar el ambiente de los negocios, desarrollar la formación, fomentar programas de investigación, promover las iniciativas que consolidan la cooperación Sud-Sud, como el acuerdo de Agadir que entrará próximamente en vigor, lo cual celebro. De esta manera, a más largo plazo, lograremos conferir su plena dimensión a la comunidad económica euromediterránea a la que aspiramos.
Debemos encarar la cuestión migratoria con este mismo ánimo de responsabilidad compartida. Requiere una cooperación global y equilibrada con los países del continente africano. Con España y Marruecos, hemos formulado propuestas para reforzar nuestra cooperación en materia de migraciones, integración social, justicia y seguridad.
Ambas márgenes aspiran a una mayor democracia y una gobernanza mejor. Es la aspiración de los pueblos, la corriente de la época, la ambición de los gobiernos reformistas. Debemos asumir compromisos colectivos, cuya envergadura justificará que se movilicen más medios. Es ésta la finalidad de la facilidad financiera que va a crear Europa, un instrumento de una ambiciosa colaboración con los países de la margen sud. Al servicio de los derechos humanos, la gobernanza y el Estado de derecho.
El Mediterráneo debe seguir siendo una prioridad estratégica para Europa. A los que expresan inquietudes acerca del equilibrio de sus políticas entre el Norte y el Sur, esta cumbre nos brinda la ocasión de reafirmar nuestra voluntad de llevar adelante los compromisos europeos en pro del Mediterráneo.
En primer lugar, debemos introducir una reciprocidad mayor en la relación entre ambas márgenes: aplicando por ejemplo, en sectores como la enseñanza superior, el agua o las migraciones, modos de cooperación que se inspiren en los fondos estructurales.
Debemos actuar de forma más eficaz, introducir en nuestra asociación el concepto europeo de cooperación reforzada, para que los países más interesados puedan avanzar.
Por último, debemos salvaguardar la especificidad y la autonomía del enfoque europeo, lo que no impide una concertación entre la Asociación Euromediterránea y las demás iniciativas que se desarrollan en la región.
Nuestra colaboración cobrará máximo sentido si es uno de los espacios de diálogo y cooperación para tratar problemas que han impedido avanzar. La Unión debe hacer más en pro de una solución pacífica en Oriente Medio.
Qué instrumentos pueden ponerse al servicio de una ambición renovada ?
Se plantea la cuestión institucional : con el nuevo impulso dado a los lazos de asociación, se podrían explorar nuevos caminos, como por ejemplo la instauración de una secretaría política paritaria o un mecanismo reforzado de diálogo político a nivel de Ministros de Asuntos Exteriores.
También debemos encarar instrumentos financieros : no sólo para cumplir los compromisos de la Unión, es decir dedicar no menos de dos tercios de los recursos del nuevo instrumento de vecindad a la cooperación mediterránea, sino también para movilizar medios adicionales, en particular para la cooperación relativa a las migraciones. A más largo plazo, se impondrá un Banco de Desarrollo dedicado al Mediterráneo. En un primer momento, éste podría ser una estructura filial del BEI, abierto a capitales públicos y privados de países del Sud.
Propugno una mayor concertación con la sociedad civil, en particular empresas y ONG. La reunión de Luxemburgo, en abril pasado, lanzó el nuevo foro. Velemos por que disponga de medios proporcionales a su importancia. Organicemos con él una serie de conferencias que congreguen a la sociedad civil de los países euromediterráneos. Francia está dispuesta a acoger la primera de ellas. También aspiramos a profundizar el diálogo cultural e invitamos a los demás países socios a participar en 2006 en un "taller cultural mediterráneo", que reunirá a creadores, pensadores y decididores de nuestros países.
La declaración y el plan de acción que vamos a aprobar imprimen un nuevo impulso a los lazos que nos unen. Sugiero que la próxima reunión ministerial se dedique, entre otras cuestiones, al estudio de las propuestas institucionales y financieras que acabo de esbozar.
Muchas gracias.
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