Rueda de prensa conjunta del Sr. Jacques CHIRAC, Presidente de la Republica, y de la Sra. Angela MERKEL, Canciller de la Republica Federal de Alemania al termino de su reunion - intervencion del Sr. CHIRAC -
Reinsberg, 6 de junio de 2006
Señora Canciller, Señoras y Señores, en primer lugar deseo darles las gracias por su recibimiento. Permítanme comenzar expresando todos mis deseos para el Mundial que en breve comenzará en Alemania. Está siendo organizado magníficamente y deseo que constituya un gran éxito para Alemania y para el deporte.
Deseo agradecer igualmente el haberme recibido en esta castillo tan soberbiamente renovado, rehabilitado tan admirablemente y que, de alguna manera, constituye un símbolo de los profundos, históricos y culturales vínculos que hay entre Alemania y Francia. Me congratula enormemente encontrarme entre ustedes en el día de hoy.
Hemos mencionado los problemas que acaba de señalar la Sra. Canciller. Me gustaría en primer lugar observar que no debemos alimentar el pesimismo. De vez en cuando oigo comentario de observadores, seguramente competentes pero condicionados, que hablan de la avería de Europa, que dicen que "Europa está averiada". Hemos discutido sobre este punto para decir que, de tener Europa problemas, siempre los ha tenido; toda la historia de Europa se basa en la gestión de una sucesión de problemas por lo general superados.
A cambio, lo que es importante es lo que se desarrolla: desde que se le acusa de estar averiada, hemos votado el presupuesto, lo cual ha permitido en concreto realizar la ampliación. Desde que se habla de la avería de Europa, hemos conseguido solucionar como deseábamos un problema tan delicado como el de la directiva Bolkestein. Desde que se habla de la avería de Europa, hemos podido poner en marcha, por vez primera, una política de energía a partir de un libro verde que, aprovecho para decir, se ha inspirado ampliamente en propuestas francesas.
Por lo tanto, en este contexto, hemos hablado en primer lugar del aspecto positivo de los asuntos, es decir, perseguir las opciones que habíamos acordado juntos durante la cumbre, bajo la presidencia británica, en Hampton Court. Es decir, una mejor organización para promover la Europa de los proyectos, la Europa de las realidades, la Europa que busca soluciones a los problemas que repercuten directamente en los Europeos en materia de actividades, de empleo, etc. Y hemos decidido perseguir activamente, en este ámbito, sobre estos distintos problemas que van desde la defensa hasta la inmigración, pasando por la energía, la seguridad, etc., todos aquellos problemas que, en particular, condiciones la vida de nuestros compatriotas europeos.
En lo que concierne a los problemas de las instituciones, hemos hablado por supuesto del problema de la Constitución. Nuestra primera conclusión es que debemos mejorar las instituciones. Su funcionamiento actual no es satisfactorio. Pero ya hay algunas posiciones tomadas, algunos países han votado "sí" a la Constitución y otros "no"; otros han interrumpido su proceso de aprobación del tratado constitucional. Hemos pensado que, en este contexto, era necesario en primer lugar ampliar el plazo de reflexión que necesitábamos. Y, en particular, esperar la llegada de la presidencia alemana para permitirnos hacer balance de las posibles propuestas y dejar a cargo de la presidencia alemana la tarea de proponer una síntesis en esta cuestión.
De hecho tendrá lugar el inicio de una secuencia particularmente importante, que comenzará con la presidencia alemana en el primer semestre de 2007 y que finalizará el último semestre de 2008 con la presidencia francesa; todo deberá estar organizado de tal manera que nos permita salir de la dificultad que vivimos actualmente.
Mientras tanto, Francia propone y Alemania examina las condiciones de puesta en marcha de estas propuestas de mejorar el funcionamiento de las instituciones, en función de los tratados existentes, es decir, sin cambiar en algo los tratados. En el marco de los tratados existentes, se podría mejorar un cierto número de elementos y estudiaremos cómo mejorar el funcionamiento de las instituciones en el marco de los tratados existentes - será una de las cosas que examinará la presidencia finlandesa y sobre todo la presidencia alemana -.
Hemos hablado igualmente de la ampliación entendiendo que, naturalmente, no debe cuestionarse nuestros compromisos. Pero para las futuras ampliaciones, es necesario tener en cuenta la capacidad de asimilación y de absorción de la Unión europea. Esto plantea problemas políticos respecto a nuestras opiniones públicas. Plantea problemas financieros en lo que respecta a la financiación de políticas comunes: cómo financiarlas en caso de ampliación y asumir los costes adicionales. También plantea problemas institucionales: cómo disponer de instituciones que ya, a 25, no funcionan correctamente y que corren el riesgo de degradarse conjuntamente en el caso de más ampliaciones.
Compartimos la misma visión en lo que respecta a esta reflexión que debe ser coordinada y esperamos que llegue la presidencia alemana con gran optimismo.
No entraré en detalle, puesto que ya lo ha hecho la Sra. Canciller; hemos hablado a continuación de algunos problemas internacionales: Irán, tal y como la ha dicho la Sra. Merkel, constituye para nosotros una auténtica fuente de inquietud. Deseamos sinceramente que el debate que acaba de abrirse, en los que se encuentran alrededor de la mesa no sólo los Europeos sino también los Rusos, los Americanos y los Chinos, permita llegar a un acuerdo que respete las exigencias de la AIEA hacia Irán.
Hemos mencionado igualmente el problema palestino y las dificultades a las que nos hemos enfrentado hoy en día, en particular en lo que concierne a la necesidad de seguir prestando ayuda a los Palestinos sin cuestionar por ello las condiciones planteadas a Hamás por la comunidad internacional en lo que concierne al respeto de los acuerdos y del Estado de Israel.
Por último, también he mencionado, para así poder darle las gracias a la Canciller, el compromiso de Alemania bajo el mandato de la ONU en la República democrática del Congo, lo cual es una garantía y una seguridad para la evolución segura, tranquila, serena y democrática de este país y agradecemos enormemente a Alemania la decisión que ha tomado.
P – Mi pregunta se dirige tanto a usted, Sra. Canciller, como a usted, Señor Presidente: hace algunos días, la bolsa paneuropea Euronext y la Americana NYSE anunciaron su intención de fusionarse. Por lo tanto ya no ha lugar la otra combinación planteada entre Euronext y la Deutsche Börse, favorecida hasta estos últimos días por el operador alemán. ¿No lamentan que se haya perdido una ocasión de conseguir un gran progreso para la Europa de los mercados financieros?
R – Añadiré simplemente a modo de confirmación de lo que ha dicho la Sra. Canciller, que Euronext no es Francia, sino cuatro bolsas que se encuentran juntas, que trabajan y que deciden juntas. Sin ánimo de abusar, disponemos de dos administradores sobre nueve en Euronext.
Por mi parte, no esconderé que privilegio la solución franco-alemana, por razones de principio y lamentaría que esta solución no se adoptara definitivamente. La cuestión está siendo aún estudiada y no ha sido tomada ninguna decisión y tengamos o no medios de intervenir, deseo por mi parte que pueda llegarse a un acuerdo entre Francfort y Euronext, a un acuerdo tan equilibrado como sea posible y que, en lo que respecta a París, puesto que no puedo ignorarlo, permita mantener en París un mínimo de actividades y de empleos.
P – Nos han dicho que se tomarían el tiempo necesario para la reflexión, en lo que respecta a las instituciones de Europa, pero parece que Alemania y Francia no están del todo de acuerdo sobre el futuro del tratado constitucional. Sra. Merkel, desde el punto de vista de Alemania, este tratado constitucional, el cual ha sido adoptado por un cierto número de países pero rechazado por Francia y los Países Bajos, ¿debe ser mantenido para volver a sacarlo a la luz en 2007/2008, o debemos hacer algo distinto, como parece preferir Francia, por ejemplo?
R – Una pequeña precisión a este respeto. Evidentemente se trata de un problema complejo, lo cual me lleva a una reflexión: se puede ser favorable a la construcción europea o no favorable. En esto consiste la democracia y así puede expresarse. Pero lo que no debe hacerse es mentir a los Franceses.
En este sentido, me remito a la posición puramente francesa : un cierto número de responsables incitan – y tienen todo el derecho – a votar "no" y les dicen que "no se preocupen, que existe un plan B"; la mayoría de ellos sabían que no era cierto, ya que algunos tenían cierta experiencia gubernamental. Por lo tanto, esta es la mentira que insisto en denunciar. Naturalmente no existía un plan B y por ello nos encontramos ante cierta dificultad; saldremos de ella, pero hace falta un periodo de reflexión y retomar el conjunto de las cuestiones con gran sabiduría. Por esta razón confío en la presidencia alemana para impulsar, de nuevo, el tren en la buena dirección.
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