CONFERENCIA DE PRENSA CONJUNTA DE JACQUES CHIRAC, PRESIDENTE DE LA REPUBLICA, Y DE OSCAR BERGER, PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DE GUATEMALA - PALABRAS DE CHIRAC -
(Ciudad de Guatemala, 27 de mayo de 2004)
En primer lugar, me gustaría agradecer cálidamente al presidente Berger su recibimiento, que me ha resultado especialmente grato. De camino a Guadalajara, he querido ser el invitado del presidente de Guatemala porque quería rendir homenaje a la acción desarrollada, especialmente desde 1996 y desde los acuerdos de paz, de cara a respaldar el desarrollo y la democracia en la región.
En nombre de la Unión Europea y de Francia, quería dar muestras de nuestro apoyo a todos los que refuerzan la democracia y las libertades en beneficio de todos, en general y de Guatemala, en particular. Es un apoyo para promover más la igualdad, algo que es necesario desde el punto de vista moral e indispensable desde el punto de vista económico. Un apoyo con el que Guatemala podrá desarrollar su excepcional riqueza cultural, fruto de la prestigiosa tradición maya y de la aportación hispánica y avanzar así en el camino del desarrollo. Por último, es un apoyo para favorecer la cooperación y la integración regional, pasos naturales e inevitables en el mundo de hoy en día.
He venido a Guatemala con este espíritu. He mantenido encuentros extremadamente interesantes con el presidente y, antes de responder a sus preguntas, quiero transmitirle nuevamente, tanto a él como a todo el pueblo de Guatemala, mi estima, reconocimiento y amistad.
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Pregunta.- Es una pregunta sobre Guatemala y sobre la Cumbre de Guadalajara de mañana: quisiera saber qué es lo que, en su opinión, puede aportar Europa de más que Estados Unidos a los países de Latinoamérica y, a este respecto, si está usted dispuesto y decidido a firmar rápidamente un acuerdo de librecambio con el conjunto de los países de Latinoamérica, tal como reclaman estos últimos.
Respuesta.- Entiendo que evoque el problema de conjunto, es decir, las negociaciones del ciclo de Doha después de Cancún ya que hay un segundo problema que es el acuerdo de asociación entre los países de Centroamérica y la Unión Europea. Son dos cuestiones importantes.
Sobre el problema global, Francia quiere que la negociación del ciclo de Doha en la Organización Mundial del Comercio (OMC) sea exitosa ya que se trata de una negociación esencial para el crecimiento mundial y para el desarrollo. Es la primera vez que el desarrollo ocupa un lugar central en una negociación comercial. Se trata de una negociación global que abarca las diferentes vertientes del comercio mundial y que, en consecuencia, debe ser equilibrada. El principal asunto que aún está por solucionarse es el de la negociación agrícola. Francia estima que conviene mantener un riguroso paralelismo en el trato de todas las formas de apoyo a la exportación así como un equilibrio entre los diferentes aspectos de la negociación agrícola. Lo que se deduce de la situación actual es que Europa ha dado pasos considerables mientras que nuestros amigos de Norteamérica todavía muestran grandes reservas a la hora de moverse. Y no podemos aceptar que la negociación tenga, digamos que, solo consecuencias unilaterales para la agricultura europea. Especialmente cuando Europa es, se lo recuerdo, el primer importador mundial, y de muy lejos, de productos agrícolas en general y de productos agrícolas de los países en desarrollo y, en particular, de los países latinoamericanos.
Por último, otra cosa también muy importante para nosotros en esta negociación es que no se olviden los intereses de los países más pobres, en particular, de los países africanos, mal tratados en lo que a este punto respecta, y que la degradación de las preferencias de que gozan los países africanos, y que nos preocupa extremadamente, no siga agravándose. En consecuencia, prestamos mucha atención a este punto, en lo que afecta a los países pobres y en desarrollo que corren el riesgo de sufrir las consecuencias de una parte de esas negociaciones.
Para responder a la segunda pregunta, el acuerdo de asociación entre la Unión Europea y Centroamérica, seré más breve: Francia es partidaria de ese acuerdo y estima que es posible sellarlo en un corto espacio de tiempo. Recuerdo que la Unión Europea ha solicitado dos cosas: la primera, que ese acuerdo sea una continuación del acuerdo de Doha y la segunda, que los países centroamericanos prosigan el esfuerzo que han emprendido por una mayor integración, para facilitar de esta manera la cooperación entre la Unión Europea y Centroamérica. Creo que estas dos condiciones evolucionan correctamente y espero que en 2005 se pueda sellar un acuerdo de asociación entre la Unión Europea y Centroamérica.
P.- Señor Presidente Chirac, ha hablado con el presidente Berger de las grandes desigualdades que existen en nuestro país. Hace un par de semanas, varios representantes de la Unión Europea dijeron que era absolutamente necesario incrementar las cargas fiscales. Pero, como sabe, en nuestro país, todo el mundo es muy reticente a pagar impuestos. Quería saber cómo evalúa usted estas circunstancias.
R.- Creo que tal vez sea el principal problema al que se enfrentan todos los países latinoamericanos. Latinoamérica es, por desgracia, la región del mundo donde las desigualdades son mayores y donde la pobreza es la más importante en valor absoluto y en valor relativo.
Cuando no se pagan suficientes impuestos para que el Estado tenga los medios con que crear las infraestructuras económicas y sociales necesarias para el desarrollo, entonces no hay desarrollo. Y si no hay desarrollo, tampoco hay consumo. Y si no hay consumo, tampoco hay creación de riqueza. Los que se cierran en banda cuando se trata de sus privilegios son condenables desde el punto de vista moral. Pero también quiero añadir que cometen una estupidez en el plano de sus propios intereses ya que frenan el desarrollo en detrimento de las actividades que podrían desarrollarse y beneficiarles.
En un problema que se cierne sobre toda Latinoamérica. Recientemente, leía en un informe sobre Guatemala que la situación en este país es una situación récord ya que la presión fiscal representa un 8,5% del Producto Interior Bruto. A modo de comparación, les diré que, en Europa, es del orden del 50% como mínimo.
Todo esto para decir que uno de los mayores problemas de Latinoamérica es luchar contra un sistema obsoleto que da prioridad al egoísmo y, para ser realistas, a la estupidez, y que debe ser reformado. Pero sé que es fácil decirlo desde fuera y difícil hacerlo desde dentro. Espero que los esfuerzos emprendidos por la mayoría de los gobiernos responsables en Latinoamérica les permitan superar las dificultades para lograr así el indispensable desarrollo económico y el progreso social.
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Les señalo que las jóvenes que les presentan el micrófono son jóvenes estudiantes de diplomacia con las que tal vez se crucen un día en París. Personalmente, espero que así sea y les deseo buena suerte.
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P.- Es una pregunta para los dos. Señor presidente Chirac, desde hace unos días, existe un proyecto de resolución sobre Iraq en el Consejo de Seguridad. Hace un par de días mantuvo una conversación con el presidente Bush. ¿Podríamos saber cuál es la postura de Francia y lo que Francia espera? Señor presidente Berger, aludiendo a la presencia de Chile y México en el Consejo de Seguridad en el momento en que se decidió la intervención en Iraq, momento en que ambos países se opusieron a la intervención en Iraq, ¿cuál es la postura de Guatemala al respecto?
R.- Sobre la resolución que se está elaborando en el Consejo de Seguridad, Francia aborda la discusión con un espíritu absolutamente constructivo. El proyecto presentado por Estados Unidos constituye una base seria pero que ahora hay que mejorar.
Lo esencial en estos momentos es dar a los iraquíes una verdadera perspectiva política. Deben poder ver claramente que, a partir del 30 de junio, su país recuperará su plena soberanía. De lo contrario, la situación solo se deteriorará aún más.
Por eso, la resolución del Consejo debe prever que el gobierno interino ejerza a partir del 30 de junio una soberanía total en todos los ámbitos: político, económico, judicial, diplomático y de seguridad. Asimismo, deberá prever que ese gobierno controle la disposición de los recursos naturales de Iraq.
También hay que mejorar la resolución en materia de seguridad. Debe fijar el principio según el cual el ejército y las fuerzas de seguridad iraquíes se encuentran bajo la autoridad del gobierno interino. Dicho gobierno debe tener una capacidad de decisión sobre el compromiso de sus propias fuerzas o sobre las operaciones desarrolladas por la fuerza multinacional.
Por último, hay que limitar en el tiempo el mandato de la fuerza internacional teniendo en cuenta que el gobierno iraquí, fruto de las elecciones que deben celebrarse en 2005, debe poder decidir en todo momento si desea su repliegue o que se mantenga en el país.
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P.- Es una pregunta hecha por un representante de la televisión guatemalteca. Quisiera saber qué influencia puede ejercer sobre la firma de un tratado entre los países centroamericanos y la Unión Europea el hecho de que Costa Rica no esté integrada en el conjunto centroamericano. También quisiera saber qué influencia puede tener la situación de nuestra región en materia medioambiental. No sé si también querrá responder a esta pregunta ahora ya que supongo que la abordará con la Premio Nobel de la Paz que es embajadora de buena voluntad para los acuerdos de paz, pero me gustaría saber lo que usted opina sobre la situación del Sr. Ríos Montt y la situación en que se encuentran las acciones emprendidas contra él por Rigoberta Menchú en España.
R.- Sobre el primer punto, hemos emprendido negociaciones con varios países de Centroamérica y yo diría que transcurren de forma positiva. Les he comentado hace unos instantes las condiciones que ha puesto la Unión Europea y las condiciones que han puesto los países centroamericanos. Costa Rica tiene su propia postura. Es asunto suyo. No creo que eso vaya a perjudicar el movimiento del que hablaba hace unos momentos. Sobre el segundo asunto que ha evocado, el medio ambiente, ya conocen la postura de Francia que desea que se refuercen las acciones en favor del medio ambiente en todo el mundo, empezando por la aplicación de los acuerdos de Kyoto. En cuanto al problema particular que ha mencionado al final de su pregunta, es un problema que concierne a Guatemala y no tengo ningún comentario que hacer al respecto.
P.- Hace unos momentos, en su discurso, se ha congratulado por el nombramiento de Rigoberta Menchú como Embajadora de buena voluntad para los acuerdos de paz. Quisiera saber por qué le satisface esa decisión y al presidente Berger querría preguntarle por qué ha tomado la decisión de nombrar a la Sra. Menchú a ese puesto.
R.- No voy a pecar de injerencia en los asuntos internos del Guatemala. Tan solo diré que siempre he respaldado la lucha llevada a cabo por Rigoberta Menchú en favor del respeto de los derechos humanos, la diversidad cultural y el diálogo de las culturas.
En 1992, me regocijé por su nombramiento como Premio Nobel de la Paz. En Europa, al igual que a todos nuestros socios, me traumatizaron las masacres de inaceptable horror perpetradas en este pobre país hasta la llegada de los acuerdos de paz. Como es natural, cuando el presidente Berger otorgó funciones ministeriales como Embajadora de buena voluntad a Rigoberta Menchú por la aplicación de los acuerdos de paz, sin injerirme en los asuntos internos de Guatemala, me alegré profundamente. Vi en ese acto la firme voluntad de las autoridades y del presidente guatemalteco de seguir avanzando en la vía de la democracia, del respeto a los demás y del desarrollo.
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