Discurso del Señor Jacques CHIRAC, Presidente de la República con motivo del acto convenio internacional ITER sobre la fusión nuclear controlada.
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Paris, Palacio del Eliseo, martes 21 noviembre 2006.
Señor Presidente de la Comisión Europea,
Señores Ministros,
Señores embajadores,
Señoras y Señores diputados,
Señoras y Señores:
Me complace recibirles hoy para la firma del , nueva etapa de una aventura que es en todo sentido excepcional.
Excepcional por su ambición científica : domar el fuego solar para responder al desafío de la energía ecológica.
Excepcional por su envergadura internacional : asociación sin precedentes de siete grandes interlocutores del Norte y del Sur, a cuyos representantes saludo muy cordialmente.
Europa y Francia son enteramente conscientes del honor que se les ha hecho al elegir a Cadarache para acoger la instalación. Y se comprometen a asumir cabalmente esta responsabilidad.
Es el desafío que nos moviliza. Si nada cambia, la humanidad, en unos doscientos años habrá consumido buena parte de los recursos fósiles acumulados durante centenares de millones de años, provocando simultáneamente un seísmo climático. La escasez de dichos recursos y la lucha contra el calentamiento del clima exigen una revolución de nuestras modalidades de producción y consumo.
Tenemos la obligación de lanzar las investigaciones que les brinden soluciones energéticas a nuestros descendientes. ITER, que es un proyecto científico mayor, es uno de los programas
más innovadores capaz de encauzar esta formidable mutación. Es la mano que se le tiende a las generaciones futuras en nombre de la solidaridad y de la responsabilidad.
¡Ingente ambición, la de controlar la fusión nuclear ! Domar la fabulosa energía que se produce a cien millones de grados y concebir materiales suficientemente resistentes para ello. Extraer de un litro de agua de mar tanta energía como de un litro de petróleo o de un kilo de carbón.
Desde el primer Tokamak ruso se han logrado grandes progresos. Pero con ITER se inicia una nueva etapa y tres decenios de investigación convergen para brindarles a nuestras naciones la esperanza de una solución que esté al servicio de toda la humanidad.
En el nombre de todos me complace rendirles un homenaje a todos aquellos - científicos, ingenieros y técnicos - que con pasión soñaron, defendieron y desarrollaron ITER.
Este gran proyecto científico es igualmente fruto de una ejemplar colaboración internacional que, desde hace más de veinte años, se lleva a cabo bajo los auspicios de la Agencia Internacional de la Energía Atómica.
Por primera vez, siete grandes aliados estratégicos, Japón, Rusia, China, Estados Unidos, Corea, India y Europa, que representan la mitad de la humanidad, aunan sus fuerzas para construir un equipo científico trascendente.
Intercambios y transferencia mutua de conocimientos entre los científicos de todo el mundo, alianzas estratégicas a nivel internacional, aportaciones y capacidades compartidas : ITER es
antes que nada el triunfo frente a las estrategias de supremacía que caracterizaron el siglo pasado. Es el triunfo del interés general de la humanidad.
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La elección de Cadarache mucho le debe al compromiso de Europa que desde hace treinta años apoya los programas sobre la fusión. Quisiera agradecer a todos los Europeos que participaron
en ello, y muy particularmente al Presidente BARROSO, sin el cual nada se hubiera logrado. ¡Indispensable Europa - gracias a la cual Francia puede recibir ITER !
Indispensables también las entidades locales. Mancomunidades de poblaciones, consejos generales y regional, todos apoyan el proyecto, con una aportación financiera, con la esmerada atención que le deparan a los científicos y a sus familias. Todos conscientes de las consecuencias económicas que conlleva ITER : casi 3 000 empleos directos o indirectos en la región y otros muchos en cada uno de los países participantes.
ITER le abre nuevas oportunidades a numerosos sectores de la industria de vanguardia, a las obras públicas y la ingeniería. Todas las empresas disfrutarán de oportunidades gracias a las licitaciones públicas europeas e internacionales que comienzan a lanzarse. Su movilización es imprescindible para el éxito del proyecto.
Finalmente, son inmensos los beneficios que en términos de imagen, de atractivo, de dinamismo científico, académico e industrial, cabe esperar de ITER, joya de la ciencia. Francia está orgullosa y satisfecha por la elección de la comunidad internacional que ratifica la imagen de calidad y competitividad de nuestros equipos y nuestro entorno.
Señoras y Señores,
Francia se compromete a velar siempre por el éxito de ITER. Para que sea un auténtico logro esta respuesta emblemática a los retos de nuestra época : la humanidad reunida que pone la ciencia, la industria y el progreso al servicio de un desarrollo económico respetuoso del medio ambiente.
Muchas gracias.
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