Visita de Estado a la Republica Popular de China Entrevista del Presidente de la Republica a la agencia de prensa XINHUA (Chine Nouvelle)

Visita de Estado a la Republica Popular de China Entrevista del Sr. Jacques CHIRAC, Presidente de la Republica, a la agencia de prensa XINHUA (Chine Nouvelle).

Paris, publicada el 24 de octubre de 2006




Pregunta.- ¿Cuales son los objetivos de su próxima visita a China ? ¿Quiere enviar algún mensaje al pueblo chino ?

Respuesta.- Mi primer mensaje es un mensaje de estima y de amistad a China y al pueblo chino. Me complace mucho esta nueva visita de Estado, dos años después de la que ya tuve el placer de llevar a cabo en 2004, pues venir a China siempre es para mí una gran alegría.

Mi segundo mensaje es un mensaje de confianza. De confianza en el futuro de las relaciones franco-chinas. El Año de China en Francia y el Año de Francia en China han sido éxitos excepcionales que se prolongan hasta hoy. Confianza en nuestra capacidad para poner nuestro partenariado estratégico global al servicio de la paz y del progreso. Confianza en la capacidad de China para afirmarse como una gran nación responsable, aliada a la seguridad internacional y deseosa de promover un desarrollo económico mundial más equilibrado, más solidario y más respetuoso con el medio ambiente.

Pregunta.- ¿Cual es el estado actual de las relaciones entre China y Francia?

Respuesta.- A lo largo de la historia de nuestras relaciones, nunca estas han sido tan densas y de tanta confianza. Los contactos de alto nivel entre los dirigentes de nuestros dos países nunca han sido tan frecuentes.

Nuestras relaciones comerciales se desarrollan. Nuestros intercambios comerciales bilaterales se han doblado prácticamente desde 2000. Solo durante el primer semestre de 2006, nuestras exportaciones hacia China han crecido un 30%. Las primeras empresas chinas han apostado por instalarse en Francia. Francia quiere establecer con China verdaderas asociaciones industriales estratégicas. Ya lo ha hecho ampliamente en el ámbito de la aeronáutica. Pensamos que este ejemplo se puede extender a la energía nuclear, a los transportes ferroviarios y a otros ámbitos en los que Francia dispone de una inigualable experiencia.

Pero la relación franco-china tiene también una multitud de actores. Pienso en los parlamentarios, en las colectividades locales, en las empresas, en las universidades y los laboratorios, en la sociedad civil, en los turistas, cada vez más numerosos por una y otra parte, todos participan en la riqueza de nuestra relación. Me complace a este respecto que los intercambios entre jóvenes, decididos en diciembre pasado por nuestros Primeros Ministros, aporten una dimensión humana sin precedentes en las relaciones de China con un país occidental.

Pregunta.- ¿Cuales son los ámbitos en los que la cooperación bilateral ha conocido éxitos y que tienen un gran potencial? ¿Existen puntos débiles en las relaciones entre los dos países? ¿Cuales son?

Respuesta.- Desde 2003 observo un rápido acercamiento de nuestros análisis sobre las grandes cuestiones internacionales. Es verdad entre Francia y China. También es verdad que con otros socios que miden mejor la importancia de la unidad de la comunidad internacional y de respeto del otro en la gestión de crisis. El acercamiento de nuestro diálogo estratégico ha contribuido, ciertamente, a estas convergencias.

En el campo industrial, la instalación de un centro de ingeniería en Pekín y de una línea de montaje de la familia A320 en Tianjin es, ciertamente la alianza estratégica más conseguida. Otros sectores pueden seguir el mismo camino. También desarrollamos nuestras cooperaciones científicas y tecnológicas.

En cambio no me satisface la debilidad de nuestra participación de mercado y en consecuencia el carácter demasiado desequilibrado de nuestros intercambios comerciales. Algunas elecciones chinas, la implantación de nuestras PME en China, la apertura de su economía a nuestra industria de servicios debería contribuir a remediar esta situación.

Pregunta.- ¿Como ve el futuro del partenariado entre Francia y China ? ¿Y el de Europa y China ? ¿Cuales son las bazas en este proceso? ¿Existe hoy un consenso en el seno de la clase política francesa sobre el partenariado estratégico entre los dos países?

Respuesta.- El partenariado entre Francia y China, es ante todo el espíritu de responsabilidad colectiva que desarrollamos en el marco de nuestro partenariado estratégico global y que aportamos juntos en los foros internacionales. A este respecto quisiera saludar el compromiso de China en la FINUL reforzada en el Líbano.

También está nuestra voluntad común para dar cuerpo a una relación excepcional en los ámbitos económico, industrial y científico. Más allá de los ámbitos estructurales de nuestro partenariado, en particular la energía, la aeronáutica o los transportes terrestres, nuestra cooperación se abre a nuevos sectores ; las telecomunicaciones, los servicios financieros, la agroalimentación, el medio ambiente.

El partenariado con China está de ahora en adelante en el centro de la acción exterior de Francia porque cada uno sabe que es aquí, en China, donde se juega una parte importante del futuro del mundo. China también sabe que siempre encontrará en Francia interlocutores independientes deseosos de trabajar con ella en un mundo equilibrado. Interlocutores dispuestos a aportar las tecnologías que necesita para su desarrollo.

Con el mismo espíritu, creo que el partenariado entre China y Europa tiene vocación de reforzarse, ya que no hay entre nosotros rivalidades de potencia, sino intereses comúnes. Ya sabe que China es el segundo socio comercial de la Unión Europea y que tenemos establecido un diálogo importante sobre las cuestiones políticas. La última Cumbre UE-China, en Helsinki, permitió lanzar las negociaciones con vistas a un acuerdo global de partenariado y de cooperación. Es un paso importante.

Pregunta.- ¿Como ve usted la imagen de China en el mundo, y especialmente en Francia ?

Respuesta.- Los exitos de China fascinan, impresionan. Se la percibe, hoy, como uno de los países, sino el país, cuya evolución más afectará al mundo del futuro.

Estos éxitos, son primero el formidable desarrollo económico de China que la ha llevado a alinearse con el pequeño grupo de potencias que determinan la situación económica mundial. También lo son sus avances científicos. China empieza a estar presente en las altas tecnologías como el espacio, las telecomunicaciones, así como en las ciencias. Esto abre nuevas perspectivas.

Estos éxitos también tienen otras contrapartidas, la de las deslocalizaciones, las del respeto a las reglas de la economía de mercado. La imagen de China en el mundo, son también las preguntas sobre su evolución política y social, sobre el impacto ideológico de su crecimiento, sobre su ambición mundial.

Por mi parte, tengo confianza. Creo que la civilización china, su experiencia milenaria, la dan naturalmente el marco conceptual y los valores que puedan proporcionarla un desarrollo armonioso e inscribirla en el tiempo en la elección de la responsabilidad compartida que han hecho las autoridades chinas. También creo que el renacimiento de China aportará a las culturas del mundo nuevas creaciones que la enriquecerán.

Pregunta.- Señor Presidente, recientemente ha dicho que Francia ocupa, en Europa y en el mundo, un lugar singular, por los valores que representa, por su visión, por la esperanza que encarna. ¿cuales son estos valores, esta visión y esta esperanza?

Respuesta.- Los valores, la visión, la esperanza que posee Francia son el fruto de nuestra historia y son el motor de nuestra ambición para el futuro.

Libertad, Igualdad, Fraternidad, la República es la heredera de la filosofía de las Luces y de los ideales de la Revolución Francesa. Para generaciones de mujeres y de hombres del mundo entero, acogidos en horas sombrías de su historia nacional, Francia encarna ante la opresión totalitaria, la tierra de asilo, la esperanza de libertad, de democracia y de mejor porvenir.

Paz y reconciliación. Francia ha encarnado con Alemania, después de las dos guerras mundiales, la reconciliación entre enemigos del pasado. País fundador de la Unión, se ha comprometido en la construcción de Europa que pone fin definitivamente a desgarramientos seculares. Demuestra que no hay fatalidad a las lógicas del enfrentamiento, siempre y cuando se sepan abrir nuevas vías. También fue este el caso cuando la Francia del General de Gaulle rechazó la lógica del suicidio de los bloques y, primer país occidental, que estableció en 1964 relaciones diplomáticas con Pekín.

Independencia y solidaridad. Francia se ha construido en la afirmación de su propia voluntad, contra las hegemonías. Pero, sensible a los riesgos de las políticas de potencia, quiere construir la paz y la armonía por medio del diálogo. Frente al riesgo creciente de divorcio entre las culturas – Occidente contra el Islam, laicos contra religiosos, Norte contra Sur, ricos contra pobres – Francia encarna, con China y otros grandes socios, la visión de un mundo multipolar de paz y de armonía ; de responsabilidad compartida en el marco de instituciones internacionales fuertes, legítimas y aceptadas ; la aspiración a una mundialización dominada al servicio del hombre en la armonía, la justicia y la solidaridad.

Pregunta.- Desde el no francés al proyecto de Constitución europea ha pasado más de un año, ¿Como ve el futuro de la Constitución europea y el de la construcción europea?

Respuesta.- Europa es el progreso constante de la paz y de la democracia. Es la historia de crisis siempre superadas y sobrepasadas. Esto no ha sido puesto en duda por el "no" en el referendo que nos incita, al contrario, a volver a pensar el proyecto europeo para restaurar el lazo de confianza entre Europa y sus ciudadanos.

Trabajamos en ello en tres direcciones :

- primero la Europa de los proyectos, para que los europeos vean una Europa concreta y comprometida en los grandes asuntos de futuro : la energía, la investigación y la innovación, la inmigración ;

- después la construcción de una Europa política fuerte, capaz de asumir sus responsabilidades internacionales al servicio de la paz, un elemento esencial del equilibrio del mundo. Francia continúa encarnando esta ambición como lo demuestra su compromiso al lado de otros socios europeos en el Líbano o en el Congo.

Por fin, la reforma de las instituciones, indispensables en una Europa de veintisiete o más. En ello trabajos junto con Alemania y nuestros socios con el fin de obtener resultados en 2007-2008.

Pregunta.- Son numerosos los chinos que conocen su pasión por la cultura china. ¿Podría explicarnos un poco el origen de esta pasión?

Respuesta.- Amo a Asia y en particular a China. La descubrí, con pasión, en mi adolescencia, gracias a estos sabios franceses que dieron a conocer al mundo las grandes civilizaciones de Extremo Oriente, y en particular a la gran civilización china. He descubierto su arte fascinante en nuestros museos, especialmente Guimet. Saint-John Perse, premio Nobel, diplomático y poeta, tenía razón al decir : "no hay formación humana completa sin viajar a Extremo Oriente".

Desde mi elección a la Presidencia de la República, es la cuarta visita de Estado la que voy a efectuar a su país. Me complace poder entrevistarme dentro de algunos días con el Presidente Hu Jintao, al que tuve ocasión de ver en la Cumbre del G8 en San Petesburgo en el mes de julio, y con el Primer Ministro Wen Jiabao con el que tuve ocasión de entrevistarme en Helsinki el 10 de septiembre pasado con ocasión de la Cumbre Asia-Europa (ASEM).

También me encantará descubrir Wuhan, en la ribera del Río Azul, rio majestuoso que irriga toda China Central y volver a encontrar, con gran placer y mucha emoción, Xian, lugar cumbre de la civilización china.





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