Paris, 16 de enero de 2006
Señora Presidenta,
En un día en el que el pueblo chileno acaba de manifestarle a usted su confianza, al haberle elegido para la mayor magistratura de su país, me gustaría transmitirle, con este mensaje de amistad, mis más sinceras felicitaciones.
Tengo el convencimiento de que bajo su guía, Chile, que ha dado al mundo en estos últimos años un ejemplo de sabiduría y de progreso, mantenga su objetivo de construir, en su interior, una sociedad justa y dinámica así como el de reforzar, en el exterior, una comunidad internacional más solidaria, implicada en la búsqueda colectiva de soluciones a los problemas de nuestro tiempo...
En esta gran cometido, Chile y Francia comparten la vocación de cooperar estrechamente. Deseo que desarrollemos juntos nuestras relaciones políticas, culturales y económicas. Deseo que trabajemos juntos por un mundo más equilibrado y más favorable para el desarrollo de los pueblos. Estaré encantado de tratar estos temas con usted a lo largo de este año.
Le ruego, Señora Presidenta, reciba el testimonio de mi más alta estima.
Con toda mi estima y amistad.
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